Es chiquitito, gris oscuro y con vientre blanco. Su aleta redondeada es la mayor característica diferenciadora del delfín chileno. Este simpático animal, sólo vive en las costas chilenas, no como la gran cantidad de delfines que se logran ver en Chile, pero que son autóctonos de otros países. La cantidad de nuestros delfines ha disminuido de manera progresiva en el último tiempo, y es una gran preocupación para la comunidad científica y las ONG que trabajan duro por obtener más investigaciones, ya que estudios científicos disponibles hay muy pocos, la mayoría hechos en los últimos cinco años.

El Programa de Conservación Marina de WWF (World Wide Fund for Nature) en Chile, tiene como principal objetivo conocer dónde habitan y cuáles son sus conductas, para generar políticas de conservación. Para así, generar áreas marinas protegidas para este cetáceo, asegurandoles un medioambiente sano. Al conservar el área que usan estos animales se protege, además, un ecosistema completo, lo que tiene un efecto en cadena por ser una especie llamada paragua. Al ser depredadores tope se mantiene el equilibrio ecológico hacia abajo

Es una especie pequeña y muy tímida, no muy acrobática y que rehúye las embarcaciones y el contacto humano, lo que hace más difícil su investigación y difusión. En general, es una especie residente, que al ver amenazado su lugar, difícilmente encontrará otro donde vivir. Podríamos concluir que tiene casi las mismas características de un chileno.

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